El paso al trabajo híbrido y a las aplicaciones alojadas en la nube han cambiado la manera en que se accede a recursos empresariales. Los usuarios emplean dispositivos no gestionados a través de redes desprotegidas, como las redes wifi públicas, para seguir siendo Productivos en otros lugares o mientras viajan, lo que convierte a Internet en la nueva red corporativa. Al hacerlo, amplían su perímetro a otras miles de personas, por lo que la seguridad de castillo y foso es inadecuada para proteger a sus usuarios, sus aplicaciones y sus datos. Seguir confiando únicamente en los controles que se basan en el perímetro introduce riesgos, ya que las defensas centradas en la red se evitan para acceder directamente a Internet y obtener una facilidad de uso.